WASHINGTON, DC - El senador estadounidense Bob Menendez hizo una intervención en el pleno del Senado esta tarde sobre el temor y el pánico que se siente a través de toda la comunidad inmigrante después de las elecciones. El Senador habló sobre la urgente necesidad de proteger a las familias inmigrantes para que no sean separadas por administraciones futuras.

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A continuación, sus declaraciones tal como fueron preparadas:

“Pido la palabra hoy, como lo he hecho muchas veces antes, para discutir la urgencia de que los Estados Unidos tenga un sistema migratorio que refleje nuestros valores como nación de inmigrantes. Hoy, en mi primer discurso sobre el tema desde que Donald Trump ganó las elecciones, estoy profundamente preocupado por el miedo y el pánico que escucho proveniente de nuestra comunidad inmigrante.

De nuestros jóvenes inmigrantes conocidos como DREAMers y sus familias, a los trabajadores en el campo, en nuestras cocinas y nuestros hogares, su pánico es justificado y palpable debido a las declaraciones inflamatorias hechas por el presidente electo Trump durante su campaña electoral.

Sus promesas de campaña sugirieron que ningún inmigrante estaría a salvo de ser deportado – incluyendo a las personas decentes que viven al pie de la ley y que solo vinieron a este país buscando el sueño americano para ellos y sus hijos.

Estas amenazas de deportación fueron escuchadas fuerte y claramente por los más de 744,000 jóvenes DREAMers inmigrantes que son estadounidenses en todo sentido, excepto por una pieza un papel.

Estos DREAMers fueron traídos a los Estados Unidos, muchos como bebés o niños pequeños por razones fuera de su control o conocimiento. Crecieron en Estados Unidos yendo a la escuela, juramentando lealtad a la bandera de los Estados Unidos y cantando nuestro himno nacional. Los efectos de deportarlos o a sus familias serían incomprensibles y completamente destructivos.

El programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) ha sido un programa tremendamente exitoso. Es algo por lo que luche por mucho tiempo para permitir que los jóvenes salieran de las sombras y pudieran inscribirse con nuestro gobierno. DACA ha permitido que más de 744.000 jóvenes indocumentados que llegaron a los Estados Unidos como niños tuvieran una oportunidad de obtener protección temporal de deportación y un permiso de trabajo renovable por un periodo de dos años, claro está, si primero se registraban con el gobierno mediante la entrega de su información personal y la información de su familia inmediata, pasaban un chequeo de antecedentes penales, y pagaran $465 en costos.

Así que sus temores de ser deportados están justificados. El programa de DACA ahora tiene el potencial de convertirse en un registro de millones de inmigrantes indocumentados, quienes ahora están expuestos por el solo hecho de buscar una vida mejor para ellos y sus hijos.

Tomemos un momento para analizar esto. Le pedimos a niños que llegaron a este país sin la menor idea de que estaban haciendo algo malo, para permitirles salir de las sombras, que entregaran voluntariamente su información y la información de sus familias inmediatas a cambio de protección de la deportación, un permiso de trabajo y una oportunidad para una vida mejor.

Y tan pronto como el próximo año, una vez más por culpa ajena, estos jóvenes inmigrantes y sus familias corren el riesgo de perderlo todo.

El costo humano es demasiado alto para pagar - un costo medido en miles de padres separados de sus hijos que serían deportados, maridos y esposas separadas de sus cónyuges y millones de familias que se desgarrarían debido a nuestro sistema de inmigración roto.

Entre sus muchas promesas de campaña, el presidente electo Trump prometió poner fin al programa DACA. Esto significa que los beneficiarios de DACA - un grupo de individuos que el gobierno de los Estados Unidos considera ciudadanos modelo que no representan absolutamente ninguna amenaza para nuestra seguridad nacional - estarían en riesgo de ser deportados y ya no podrían seguir trabajando legalmente.

Estamos hablando de niños que han crecido en los Estados Unidos - niños que asisten a nuestras escuelas, niños que son parte de nuestras comunidades, niños a los que se les dio la oportunidad de integrarse plenamente en el único país que muchos de ellos reconocen.

Si se llega a desmantelar el programa de DACA, los jóvenes inmigrantes serán despojados de sus puestos de trabajo, de su educación y los obligariamos a regresar a las sombras de nuestra sociedad. De hecho, el Centro para el Progreso Americano encuentra que el desmantelar a DACA le costaría a Estados Unidos alrededor de $433.4 mil millones en producto interno bruto durante los próximos diez años.

En la noche de las elecciones, el presidente electo Trump dijo: ‘Este es el momento para que Estados Unidos ate las heridas de la división’. Más tarde dijo en una entrevista que millones de inmigrantes indocumentados son ‘gente tremenda’.

Así que espero que la próxima administración piense largo y tendido en ‘atar las heridas de la división’. Un buen comienzo sería un mensaje claro e inequívoco de que no habrá una fuerza de deportación masiva y que el programa de DACA continuará - algo que el Presidente electo ya insinuó esta semana en una entrevista con la revista TIME, diciendo: ‘Vamos a hacer algo que va a enorgullecer a la gente y la va a hacer feliz….[Los DREAMers} fueron traídos a este país a una temprana edad, ellos han trabajado aquí, han ido a la escuela aquí, algunos fueron buenos estudiantes. Algunos tienen trabajos maravillosos. Y están en un limbo muy grande porque no saben qué va a suceder’.

Asi que me parece que estamos llegando a un momento en donde hay respeto y admiración universal por los DREAMers. Este reconocimiento ofrece una luz de esperanza para un camino productivo hacia adelante. Pero no tengo ninguna intención de sacrificar un grupo de inmigrantes por otro”.

Permítanme ser claro acerca de los inmigrantes de nuestra nación - no basta con decir que los DREAMers son gente maravillosa. La protección de un programa temporal no es suficiente, aunque se justifica el pánico y el sentido de urgencia para proteger a estos jóvenes inmigrantes.

No es suficiente porque la realidad es que los DREAMers no existen en un vacío; Tienen padres y seres queridos que han inculcado valores, ética de trabajo y los han apoyado para seguir una educación y alcanzar todo su potencial para beneficiar a nuestro país. Sus padres también son gente estupenda y también lo son muchos otros inmigrantes que trabajan duro, que han vivido en este país durante años, no son criminales y se han integrado al tapiz de la sociedad americana.

Nosotros los conocemos. Ellos van a la iglesia con nosotros, asisten a las mismas conferencias de padres y maestros y son nuestros vecinos. Recogen nuestras cosechas, cuidan a nuestros hijos, abren negocios y realizan un trabajo digno para mantener los engranajes de esta economía en marcha.

La inmigración no es un problema fácil de arreglar, pero si logramos acercamos en el 2013 cuando el Senado se unió para aprobar una reforma migratoria integral.

Formé parte de la Grupo bipartidista de 8 que produjo un proyecto de ley, S. 744, el cual fue aprobado con el fuerte apoyo bipartidista de tres cuartas partes de esta cámara. Este proyecto de ley es un modelo fuerte para reformar nuestro sistema migratorio a manera que miramos hacia el nuevo Congreso.

S.744 abordó los pilares fundamentales necesarios para un sistema legal de inmigración en funcionamiento. Se encargó de los 11 millones de indocumentados, para también saber quién está aquí en busca del sueño americano y quién está aquí para hacerle daño. Reformó el sistema legal de inmigración para los trabajadores de alta y baja calificación, tuvo fuertes disposiciones de reunificación familiar, puso a los DREAMers en un camino hacia la ciudadanía e incluyó duras medidas de seguridad fronteriza. S.744 no fue perfecto, pero fue un hito significativo en los esfuerzos de nuestra nación para reformar verdaderamente nuestro sistema migratorio.

Debemos recordar lo que nuestra economía y nuestro país en general necesitan. Nuestra nación será más fuerte cuando haya un camino responsable hacia la ciudadanía para los indocumentados que viven en los Estados Unidos, nuestras fronteras sean seguras, los empleadores sean responsables por quienes contraten, los puestos de trabajo sean otorgados a trabajadores calificados y documentados que contribuyen a la economía y las familias inmigrantes se mantengan unidas.

Desde entonces, con un sistema de inmigración tan defectuoso como el nuestro, y con tantas cosas por arreglar, DACA ha sido un faro de esperanza - una luz brillante que abre camino hacia la equidad, la justicia y una vida mejor para tantos jóvenes inmigrantes que buscan una oportunidad de tener éxito en Estados Unidos como estadounidenses. Abolirlo sería un trágico error para una Administración que busca unir lo que esta misma ayudó a dividir.

Pero permítanme ser claro, siempre he dicho este lema: no podemos perder de vista nuestro objetivo final, la única solución real es una solución legislativa y permanente que no elija a ganadores y perdedores entre los más vulnerables de nuestra sociedad.

Por eso me complace volver a ver una coalición bipartidista de voces resurgiendo para que podamos trabajar hacia un momento bipartidista que arregle nuestro sistema de inmigración una vez más. Porque más allá de detener a aquellos que desean retroceder cualquier progreso que hemos logrado, todavía tenemos que implementar un sistema migratorio legal que funcione para todos.

Tenemos que asegurarnos de no dar un gran paso atrás al concentrar los recursos de nuestra nación en contra de los más vulnerables, talentosos y trabajadores.

Siempre he estado y me mantengo comprometido a resolver este problema de una manera justa e integral que reforme nuestro sistema migratorio.

Y continuaré trabajando con cualquier coalición bipartidista de voces hacia este objetivo. Nuestros DREAMers, sus padres, familias inmigrantes y nuestra nación no merecen nada menos.

Sin importar quién ocupe la Casa Blanca, nunca dejaré de luchar por aquellos que -como mi madre- vinieron a este país en el último siglo para dar a sus familias la oportunidad de contribuir a la excepcionalidad de EEUU - y para todos aquellos que aún están esperando a que les demos una oportunidad de contribuir a la excepcionalidad de EEUU en este siglo.

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